Sujeciones

¿Qué son las sujeciones?

Las sujeciones son dispositivos o sistemas diseñados para limitar o controlar los movimientos de una persona, con el fin de proteger su seguridad o la de terceros. Se utilizan comúnmente en el ámbito médico y geriátrico para prevenir caídas, evitar autolesiones o controlar la agitación en personas con condiciones neurológicas o demencia. Su objetivo principal es garantizar el bienestar del paciente, siempre siguiendo principios éticos y bajo la supervisión médica adecuada.

Existen dos tipos principales de sujeciones: físicas y químicas. Las físicas incluyen correas, cinturones o sistemas que limitan el movimiento físico, mientras que las químicas se refieren a medicamentos que se administran para reducir la movilidad o el estado de agitación.

Tipo de sujeciones

Sujeciones físicas

• Cinturones abdominales o perineales: Se utilizan para evitar que el paciente se levante de la cama o silla de ruedas. Son recomendados para personas con alto riesgo de caídas, especialmente en hospitales o residencias geriátricas.

• Muñequeras o tobilleras: Limitan los movimientos de las extremidades superiores e inferiores, recomendadas en situaciones en las que el paciente puede agitarse o autolesionarse.

• Protectores de barandillas y cama: Ayudan a evitar caídas mientras el paciente está en la cama, y son ideales para personas con movilidad reducida o demencia.

Sujeciones químicas

• Medicamentos sedantes o tranquilizantes: Administrados bajo estricta supervisión médica, están recomendados para personas con trastornos psiquiátricos o demencia avanzada, cuando existe riesgo de daño para sí mismos o para los demás.

El uso de sujeciones debe ser evaluado caso por caso y supervisado por profesionales de la salud, ya que solo se deben emplear cuando otras alternativas, como terapias o adaptaciones del entorno, no resulten efectivas.

¿Qué son movilizadores e inmovilizadores?

Los movilizadores son dispositivos diseñados para facilitar el movimiento controlado de una parte del cuerpo, generalmente después de una lesión, cirugía o como parte de la rehabilitación. Estos productos permiten la movilidad parcial o asistida, proporcionando soporte mientras se evita el esfuerzo excesivo de músculos, articulaciones o tendones. Son muy útiles en la fisioterapia y para pacientes con movilidad reducida.

Por otro lado, los inmovilizadores se utilizan para restringir completamente el movimiento de una parte del cuerpo, con el fin de favorecer la recuperación de lesiones graves, fracturas o tras intervenciones quirúrgicas. Ayudan a estabilizar la zona afectada, evitando movimientos que puedan agravar la lesión o dificultar la cicatrización. Los inmovilizadores se encuentran comúnmente en forma de férulas, cabestrillos o soportes rígidos.

Sistema de cierres y repuestos

Tanto los movilizadores como los inmovilizadores cuentan con sistemas de cierre diseñados para asegurar el dispositivo al cuerpo del paciente de manera segura y cómoda. Algunos de los sistemas de cierre más comunes incluyen:

• Velcro: Es fácil de ajustar y ofrece una sujeción firme.
• Hebillas: Brindan un ajuste más personalizado, ideales para productos que requieren una sujeción firme.
• Cierres de clip: Son rápidos de usar, permitiendo una colocación y retirada más rápida, frecuentemente utilizados en correas o inmovilizadores.

En resumen, los movilizadores permiten un movimiento asistido o controlado, mientras que los inmovilizadores proporcionan estabilidad y protección completa para la recuperación. Los sistemas de cierres y repuestos permiten un uso prolongado y ajustable para cada paciente, con una variedad de tipos adecuados para diferentes necesidades.