Cómo prevenir las lesiones debidas al uso continuado de la silla de ruedas


Sin categoría / jueves, mayo 5th, 2022

Los problemas derivados de una mala postura en sedestación (sentado) suelen aparecer de forma gradual. Por eso, es importante adoptar una posición correcta desde el principio, especialmente para aquellos afectados que necesitan usar silla de ruedas la mayor parte del día. Podemos considerar que una postura es inadecuada cuando:

  • Se mantiene de forma idéntica durante muchas horas seguidas.
  • El peso del cuerpo no está bien distribuido o el paciente no está cómodo.

Uno de los factores importantes para una correcta postura es la colocación de los pies y las rodillas. Estas no deben tocarse entre ellas y, además, tendrían que quedar aproximadamente a la altura de las caderas, formando un ángulo de 90 grados con la pantorrilla. Los pies deben apoyarse en la plataforma de apoyo, alineados con el resto de la pierna y sin cruzarse. Es importante, además, que todo el cuerpo esté relajado y cómodo.


Otro de los riesgos que pueden sufrir las personas que pasan muchas horas en una posición fija, ya sea sentadas en una silla de ruedas o en la cama, es el desarrollo de úlceras por presión. Se trata de lesiones en la piel causadas por una mala distribución del peso corporal sobre la superficie en la que se apoya. El peso presiona los tejidos de forma continuada y estos acaban por lesionarse.

Para evitar las úlceras por presión, es importante asegurarse de que el peso queda bien distribuido sobre ambos lados del cuerpo y cambiar de postura frecuentemente. También deben tenerse en cuenta los sistemas de sedestación (cojines), que reparten el peso de forma homogénea y evitan puntos de presión excesiva que pueden derivar en una lesión cutánea.


Para mantener una postura correcta en sedestación, es importante recordar estos cuatro puntos clave:

  • Mantener la pelvis bien situada: es decir, colocar la pelvis tan atrás como la silla permita. Una buena posición es, por ejemplo, cuando la pelvis queda alineada a la altura de los hombros.
  • Mantener la simetría: el lado izquierdo y el derecho deben cargar el mismo peso, sin apoyarnos más en uno que en otro.
  • Formar un doble ángulo de 90 grados con las piernas: el cuerpo con las piernas, y las piernas con las pantorrillas.
  • Separar las rodillas: ambas apuntando hacia adelante, procurando que no se toquen.

También hay que evitar dejar las piernas colgando por su propio peso. Es imprescindible emplear las plataformas para los pies que incorporan las sillas de ruedas y no utilizar asientos demasiado altos. Además, cuando el paciente esté utilizando el baño, es importante que sitúe los pies un poco por encima de cómo lo haría normalmente. En este caso, las piernas ya no forman un ángulo recto, sino un poco más agudo.


Los hábitos posturales pueden ser difíciles de modificar, por lo que es importante tener en cuenta que cualquier cambio puede requerir cierto esfuerzo y algo de tiempo. El paciente nunca debe perder de vista su ergonomía: debe ser capaz de llegar a todas partes con los brazos y desarrollar con normalidad sus tareas cotidianas.

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